sábado, 25 de enero de 2014

Epilepsia

La epilepsia infantil es una enfermedad crónica de origen múltiple caracterizada por la presencia de crisis repetidas causadas por la descarga excesiva de un grupo de neuronas cerebrales, asociadas a una gran variedad de manifestaciones clínicas.

Es uno de los trastornos más distribuidos dentro de la población infantil, afectando a 5 de cada 1000 niños. Estos niños tienen un alto riesgo de presentar alteraciones cognitivas o emocionales, con la posibilidad de tener consecuencias sobre el rendimiento escolar o la adaptación con el entorno y la familia.

No debemos confundir la epilepsia con una crisis no epiléptica conocida como “convulsiones febriles”, en las que los espasmos son originados por la fiebre, y no tienen su origen en una infección del sistema nervioso central. Generalmente aparecen en niños y niñas menores de cinco años, constituyendo la manifestación convulsiva más común en la infancia.

La epilepsia se caracteriza por una descarga neuronal excesiva, sincrónica e incontrolada, existiendo un mayor consumo de energía del habitual, así como una mayor activación metabólica en el cerebro. Además, estas crisis suelen venir acompañadas por alteraciones de la conciencia, la actividad sensorial, motora o cognitiva.


CAUSAS

Puede aparecer a causa de una lesión o una cicatriz cerebral, en muchos casos producidas durante el nacimiento o inmediatamente después de nacer. Otro tipo de epilepsia se denomina idiopática (de origen desconocido) y no tiene ninguna señal cerebral y que, por tanto, no puede conocer la causa de sus ataques epilépticos. A pesar de ello, es posible que esté provocada por algún tumor o malformación cerebrales, por otras enfermedades como la meningitis y la encefalitis, etc.

Se ha observado que algunas personas epilépticas tienen una cantidad más alta de neurotransmisores activos (sustancias encargadas de conducir el impulso nervioso entre las neuronas), lo cual incrementa la actividad neuronal. En otros se ha observado una cantidad baja de inhibidores de dichos neurotransmisores, lo cual también aumenta la actividad neuronal. En ambos casos aparece la epilepsia.

La epilepsia puede ser a causa de:
  • Predisposición hereditaria. Es más probable que una persona tenga convulsiones si sus padres han padecido crisis convulsivas. 
  • Estado de maduración del cerebro.  En la etapa prenatal el umbral es muy alto y las crisis poco frecuentes; en el recién nacido (primeros 30 días) el umbral es bajo y las crisis frecuentes. Entre los dos y cinco años el umbral va aumentando hasta que alcanza el nivel máximo a los cinco años. De esto se podría deducir que la maduración cerebral por sí sola modifica la frecuencia de las crisis convulsivas. También se puede pensar que los síndromes epilépticos en niños son completamente diferentes a los de los adultos. 
  • Existencia de lesión cerebral. El cerebro puede estar programado para desarrollarse normalmente, pero puede sufrir lesiones durante el embarazo, el nacimiento o más adelante. Las lesiones pueden deberse a tumores cerebrales, alcoholismo u otras drogas, Alzheimer, meningitis, encefalitis, SIDA, etc. Los ataques al corazón, infartos y enfermedades cardiovasculares también influyen en la aparición de un ataque epiléptico porque privan al cerebro de oxígeno. 
  • Reparaciones incorrectas. En algunos casos, el cerebro intenta reparar los daños causados, pero puede generar conexiones neuronales anormales que podrían conducir a la epilepsia.


SÍNTOMAS

En el estado epiléptico, el más grave, las convulsiones no se detienen. La persona tiene convulsiones acompañadas de intensas contracciones musculares, no puede respirar adecuadamente y tiene extensas descargas eléctricas en el cerebro. Si no se procede al tratamiento inmediato, el corazón y el cerebro pueden resultar permanentemente lesionados y puede sobrevenir la muerte.
                                                 

Las convulsiones parciales simples se inician con descargas eléctricas en un área pequeña del cerebro y permanecen limitadas a esa zona. Según la parte afectada del cerebro, la persona experimenta sensaciones anormales, movimientos o aberraciones psíquicas. La persona con una aberración psíquica puede experimentar, por ejemplo, un sentimiento de «déjà vu», por el que un entorno desconocido le parece inexplicablemente familiar.

En las convulsiones jacksonianas, los síntomas se inician en una parte aislada del cuerpo, como la mano o el pie, y luego ascienden por la extremidad al mismo tiempo que la actividad eléctrica se extiende por el cerebro. Las convulsiones parciales complejas (psicomotoras) se inician con un período de uno o dos minutos durante el cual la persona pierde contacto con su entorno. Puede tambalearse, realizar movimientos involuntarios y torpes de brazos y piernas, emitir sonidos ininteligibles… El estado confusional dura unos minutos y se sigue de una recuperación total.

Las crisis convulsivas se inician con una descarga eléctrica anormal en una pequeña área del cerebro. La descarga se extiende rápidamente a las partes adyacentes del cerebro y causan la disfunción de toda el área. Durante estas crisis convulsivas la persona experimenta una pérdida temporal de consciencia, espasticidad muscular intensa y contracciones en todo el cuerpo, giros forzados de la cabeza hacia un lado, rechinar de dientes e incontinencia urinaria. Después, puede tener cefalea, confusión temporal y fatigabilidad extrema. Habitualmente la persona no recuerda lo sucedido durante la crisis.

El pequeño mal (crisis de ausencia) suele iniciarse en la infancia antes de los 5 años de edad. No produce convulsiones ni demás síntomas dramáticos del gran mal. En cambio, la persona tiene episodios de mirada perdida, pequeñas contracciones de los párpados o contracciones de los músculos faciales que duran de 10 a 30 segundos. La persona está inconsciente, pero no cae al suelo, no se produce colapso ni presenta movimientos espásticos.


DIAGNÓSTICO

Hay tres métodos principales de diagnóstico de la epilepsia:
  • Historia personal y médica del paciente . El médico obtiene la información que pueda darle el afectado (características de los ataques epilépticos, qué le pasa momentos antes de que comience el ataque, etc.). Además añade otra, más científica, sobre la evolución de la persona (cómo le va el tratamiento, otras pruebas realizadas y sus resultados, etc.) 
  • Electroencefalograma . Se hace con una máquina que proporciona, dibujando unas líneas ondulantes, las señales eléctricas que llegan desde las células del cerebro. Con el      
    electroencefalograma, el médico descubre si hay circunstancias cerebrales especiales que expliquen por qué se producen los ataques epilépticos. No obstante, el electroencefalograma no siempre muestra que haya indicios de epilepsia, porque a veces los cambios eléctricos se producen en zonas muy profundas del cerebro; en otras ocasiones, en el momento de hacer el electroencefalograma no se está produciendo ningún cambio. 
  • Tomografía computerizada. Consiste en otra máquina que hace una serie de fotografías de los diferentes niveles del cerebro, con las que se puede ver si existe en él algún bulto, cicatriz, marca o cualquier otra condición que pueda estar causando los ataques. 

TRATAMIENTOS

Las posibilidades de tratamiento de la epilepsia son la medicación, la cirugía y una dieta alimenticia específica. La mayoría de las veces, lo que se aplica es una combinación de las dos o de las tres modalidades.

Medicamentos. Actualmente hay un gran número de medicamentos para personas epilépticas, cada uno de los cuales es apropiado para los diferentes tipos de ataques con diferentes efectos benéficos y efectos secundarios. La medicación para la epilepsia tiene una condición muy importante. Más que en ningún otro caso, se deben seguir al detalle las instrucciones que dé el médico, referentes a cómo tomar los fármacos, el momento del día, acompañados de la ingestión de alimentos o no...

Alimentación. Cuando los medicamentos no dan resultado, una alternativa o complemento al tratamiento puede ser una dieta rica en grasas y baja en hidratos de carbono y proteínas, que el médico o un dietista profesional también indicará y ajustará a las necesidades personales. Esta dieta especial se llama cetogénica, porque dichos alimentos, una vez ingeridos y asimilados, se convierten fácilmente en una sustancia química que se llama cetona. 


Cirugía. La intervención en quirófano es otra alternativa de tratamiento, pero sólo se escoge tras realizar al paciente un detallado análisis. El objetivo de la operación es quitar la parte de tejido cerebral que esté dañada para que los ataques no se sigan produciendo. Pero los médicos tienen que considerar antes si la lesión es accesible (si pueden llegar a ella sin dañar otras partes del cerebro) y, sobre todo, si se trata de un tejido que no cumple ninguna función importante, pero que provoca los trastornos epilépticos.




Páginas web de la información:
http://www.bebesymas.com/salud-infantil/epilepsia-infantil-que-es

Páginas web de las imágenes:
http://www.ecured.cu/index.php/Epilepsia
http://kerchak.com/mutacion-gen-lgi2-epilepsia-infantil/
http://www.videoeeg.com.ar/blog/

viernes, 10 de enero de 2014

Ictiosis arlequín

La Ictiosis arlequín, también conocida como Síndrome arlequín es una enfermedad extremadamente rara del grupo de las llamadas genodermatosis (grupo de dermatosis hereditarias con trastornos metabólicos).  Es la forma de ictiosis congénita más grave, se hace evidente ya desde el nacimiento y debe su nombre al aspecto que tienen los recién nacidos con la enfermedad, que recuerda a un disfraz de arlequín. La ictiosis tipo Arlequín es una enfermedad genética rara de la piel caracterizada por escamas grandes y gruesas que aparecen en toda la piel, como a su vez se nace con los párpados volteados por lo que en lugar de ojos se observan los párpados totalmente rojos. Se asocia generalmente deformidades faciales características y a menudo anomalías en otras partes del cuerpo, especialmente en el tórax.


CARACTERÍSTICAS:
  • Orejas poco desarrolladas o incluso ausentes, lo que se repite en el caso de la nariz.
  • Párpados invertidos por lo cual los ojos son muy vulnerables y suelen sangrar.
  • Labios presionados por la piel seca de tal forma que esbozan la sonrisa de un payaso.
  • Brazos, piernas y dedos de menor tamaño que no pueden doblarse de forma normal.
  • Polidactilia en algunos casos.
  • Piel dura y seca, dividida como escamas de pez, parecida al traje de un arlequín debido a la hiperqueratosis en forma de diamante de color rojizo (de ahí el nombre de ictiosis arlequín).

 
SÍNTOMAS:

Dificultades para respirar
Deshidratación
Edema
Vellosidad
Enrojecimiento
Insuficiencia respiratoria
Cambios en el color de la piel
Problemas en la piel
Enrojecimiento en la piel
Bebé pequeño
Dificultad para tragar
Nacimiento prematuro



DIAGNÓSTICO:

Es posible el diagnóstico prenatal mediante ecografía, fetoscopia (procedimiento mediante el cual se puede observar directamente al feto dentro del útero, mediante el uso de un fetoscopio introducido a través de una incisión bajo anestesia local) y amniocentesis (procedimiento obstétrico mediante el cual se extrae una pequeña cantidad de líquido amniótico para su posterior análisis).
Aunque se ha utilizado la biopsia de piel fetal, realizada mediante control ecográfico, ésta es una técnica no exenta de riesgos que solamente se debe realizar en centros muy especializados y teniendo en cuenta la posibilidad de pérdida fetal que podría acontecer en un sujeto sano.

TRATAMIENTO:
El tratamiento habitual de la ictiosis incluye las cremas tópicas. Aquí, la variedad y eficacia de cada una de ellas varía en cada paciente. Cada uno debe encontrar la que mejor se adapte a su tipo de ictiosis. Estas cremas pueden ser:
  • Humectantes: cremas y lociones que penetran y humedecen la piel.
  • Queratolíticos: promueven la exfoliación de la piel
  • Emolientes: son lubricantes que humedecen la piel y sellan la humedad interior.
En los casos de ictiosis grave, está indicado el tratamiento con acitretina, producto sintético relacionado con la vitamina A, cuya respuesta terapéutica consiste en la descamación, seguida de la reepitelalización más normal. El uso de este tratamiento debe estar controlado por un especialista.


Páginas web de la información: http://es.wikipedia.org/wiki/Ictiosis_Arlequ%C3%ADn
http://www.ecured.cu/index.php/S%C3%ADndrome_arlequ%C3%ADn
http://www.nodiagnosticado.es/enfermedades/Ictiosis-tipo-Arlequin/verificador-de-sintomas.htm
http://www.slideshare.net/bianckiss16/ictiosis-arlequn

Páginas web de las imágenes: http://sdesaber.blogspot.com.es/2012_11_01_archive.html
http://432magazine.blogspot.com.es/2011/11/national-geographic-channel-grandes.html

miércoles, 8 de enero de 2014

Neumonia

La neumonía o pulmonía es una enfermedad del sistema respiratorio que consiste en la inflamación de los espacios alveolares de los pulmones. La mayoría de las veces la neumonía es infecciosa, pero no siempre es así. La neumonía puede afectar a un lóbulo pulmonar completo, a un segmento de lóbulo, a los alvéolos próximos a los bronquios  o al tejido intersticial. La neumonía hace que el tejido que forma los pulmones se vea enrojecido, hinchado y se torne doloroso. Muchos pacientes con neumonía son tratados por médicos de cabecera y no ingresan en los hospitales.

Causas:
La mayoría de los casos son de causa infecciosa. Los microorganismos más comunes son los virus respiratorios entre los que se destacan el Sincitial Respiratorio, el Adenovirus (más severo), etc.
A su vez existen otras causas infecciosas como las bacterianas menos frecuentes pero suelen ser más graves. Otro tipo de neumonía son las denominadas neumonías atípicas (producidas por Hycoplasmas) que puede presentarse en aproximadamente 30% de los niños mayores de 5 años.

Sistomas:
Los síntomas de la neumonía pueden variar ampliamente en los niños. Pueden ser similares a los síntomas del resfriado u otros síntomas del tracto respiratorio superior. Los signos y síntomas comunes de la neumonía incluyen:
  • fiebre alta;
  • tos;
  • respiración acelerada;
  • dificultad para respirar;
  • ruidos crepitantes en el pulmón;
  • pérdida del apetito;
  • vómitos debidos a la tos o por tragar mucosidad;
  • sensación de malestar y turbación;
  • dolor abdominal (de vientre).


¿Que hacer?
  • Hospitalización, si es necesario

La mayoría de los niños puede recibir atención en su propia casa. Es posible que los niños muy enfermos deban ir al hospital. Pueden requerir oxígeno y otros medicamentos. El niño podrá recibir antibióticos por vía endovenosa (IV) al principio y luego por vía oral (por boca) a medida que mejore.
  • El cuidado de su niño en casa

  1. Complete el tratamiento antibiótico

  2. Si le han recetado antibióticos a su niño, debe tomar todas las píldoras aunque ya se sienta mejor. Esto es importante para evitar que la infección regrese.
  3. Controle y trate la fiebre

  4. Para la fiebre, use acetaminofeno (Tylenol, Tempra u otras marcas) o ibuprofeno (Advil, Motril u otras marcas). NO administre AAS (ácido acetilsalicílico o aspirina) a su niño.
  5. Mantenga al niño alimentado e hidratado.

  6. Haga que su niño beba abundantes cantidades de líquido para mantenerse hidratado.
  7. Al principio, su niño puede rehusarse a comer. Una vez que la infección comience a remitir y el niño se sienta mejor, tendrá más ganas de comer.
  8. Deben evitarse los lugares donde hay humo 

  9. Mantenga al niño alejado del humo y de otros irritantes pulmonares.

  10. Síntomas de tos.

  11.  Es posible que la tos del niño empeore antes de mejorar. A medida que se vaya resolviendo la neumonía, el niño toserá para deshacerse de la mucosidad. La tos puede continuar durante algunas semanas.


Fuente de informacion:
  http://www.aboutkidshealth.ca/EN/HEALTHAZ/MULTILINGUAL/ES/Pages/Pneumonia.aspx
 http://www.guiainfantil.com/salud/enfermedades/neumonia.htm.

origen de la imagen:
http://neumoniaenreciennacidos.weebly.com/


martes, 7 de enero de 2014

Progeria

Progeria es una enfermedad genética de la infancia extremadamente rara, caracterizada por un gran envejecimiento brusco y prematuro en niños entre su primer y segundo año de vida. Se estima que afecta a uno de cada 7 millones de recién nacidos vivos. No se ha evidenciado preferencia por ningún sexo en particular, pero se han comunicado muchos más pacientes de etnia blanca (97% de los pacientes afectados). La progeria puede afectar diferentes órganos y tejidos: hueso, músculos, piel, tejido subcutáneo y vasos. Desarrollan baja estatura, cráneo de gran tamaño, alopecia, piel seca y arrugada, ausencia de grasa subcutánea, rigidez articular. Al no existir cura ni tratamiento, las personas que lo padecen, no exceden los 13 o 15 años de vida.
La forma más severa de esta enfermedad es la llamada síndrome de Hutchinson-Gilford nombrada así en honor de Jonathan Hutchinson, quien fue el primero en descubrirla en 1886 y de Hutchinson-Gilford quien realizó diferentes estudios acerca de su desarrollo y características en 1904.

Características:
Baja estatura, piel seca y arrugada, calvicie prematura, canas, ojos prominentes, cráneo de gran tamaño con las venas muy marcadas, ausencia de cejas y pestañas, nariz grande y respingada, mentón retraído, problemas cardíacos, costillas marcadas, extremidades finas y esqueléticas, estrechamiento de las arterias coronarias, enfermedades degenerativas como artritis o cataratas, manchas en la piel semejantes a las de la vejez, alteración de la dentición, osteoporosis y arterosclerosis.
Por último, se produce una muerte natural antes de los 18 años de edad.



Causas:
Los investigadores han descubierto una mutación genética como la única responsable del síndrome de Hutchinson-Gilford. El gen que se conoce como lámina A (LMNA), que produce una proteína necesaria para que el centro (núcleo) de una célula permanezca junta. Los investigadores creen que la mutación genética hace que las células sean inestables, lo que parece conducir a la progeria: el rápido proceso de envejecimiento.
A diferencia de muchas mutaciones genéticas, la progeria Hutchinson-Gilford no se transmite en las familias. Más bien, el cambio genético es una casualidad que los investigadores creen que afecta a un solo espermatozoide o al óvulo justo antes de la concepción. Ninguno de los padres es portador, por lo que las mutaciones en los genes de los niños son nuevas.

Diagnóstico:
Al nacer, los niños con progeria parecen normales; los síntomas se manifiestan durante el primer año de vida, con una o varias de las siguientes anomalías: retardo en el crecimiento, alopecia y anomalías en la piel. Hacia el segundo año se añaden otros síntomas, como la caída del cabello. Las manifestaciones clínicas de la progeria se clasifican en criterios mayores y signos que usualmente están presentes. Los criterios mayores incluyen alopecia, venas prominentes en la cabeza, ojos grandes, dentición anormal y retardada, tórax "acampanado" en apariencia de pera, clavículas cortas, piernas arqueadas, extremidades superiores delgadas con articulaciones prominentes, talla baja, peso bajo, maduración sexual incompleta y disminución de la grasa subcutánea. Los signos que usualmente están presentes son piel esclerodérmica, alopecia generalizada, orejas prominentes con ausencia de lóbulos, nariz ganchuda, labios delgados, paladar alto, voz de tono alto y uñas distróficas. En conclusión, el diagnóstico de la progeria es fundamentalmente clínico y se declara en niños que presentan los signos iniciales de la enfermedad mencionados al comienzo y que manifiesten todos los criterios mayores. Cabe mencionar que no existe un examen concluyente que certifique el diagnóstico de la progeria.

Pronóstico:
El promedio de vida en niños enfermos es de 13 años, pero puede estar entre 7-27 años. Aunque la supervivencia más allá de la adolescencia es inusual, se ha descrito un paciente que falleció a los 47 años por un infarto del miocardio. En más del 80% de los casos la muerte se debe a complicaciones que surgen, como la arterosclerosis, fallos en el corazón, infarto de miocardio y trombosis coronaria.

Tratamiento:
No hay cura para la progeria. Un control regular de las enfermedades cardiovasculares puede ayudar a lidiar con la enfermedad del niño. Algunos niños se someten a cirugía de dilatación de las arterias cardiacas (angioplastia) para retardar la progresión de la enfermedad cardiovascular.
Ciertas terapias pueden aliviar o retrasar algunos de los signos y síntomas. Estas incluyen:

  • Dosis bajas de aspirina: Una dosis diaria puede ayudar a prevenir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
  • Otros medicamentos: Dependiendo de la condición del niño, el médico puede prescribir otros medicamentos, como las estatinas para reducir el colesterol o los anticoagulantes para ayudar a prevenir los coágulos de sangre. El uso de la hormona del crecimiento puede ayudar a aumentar la estatura y el peso.
  • Terapia física y ocupacional: Estas terapias pueden ayudar con la rigidez de las articulaciones y los problemas de cadera y pueden permitir que el niño permanezca activo.
  • Extracción de los dientes de leche: Los dientes definitivos del niño comenzarán a crecer antes de que los dientes de leche se caigan. La extracción puede ayudar a prevenir los problemas asociados con la pérdida tardía de los dientes de leche, o el desarrollo de una segunda fila de dientes cuando salen los dientes permanentes.


Tratamiento en investigación:
Los fármacos conocidos como inhibidores de la farnesil (FTI), que se han desarrollado para tratar el cáncer, han demostrado ser prometedores en la corrección de los defectos celulares que causan la progeria. Los inhibidores de la farnesil se están estudiando actualmente en ensayos clínicos con humanos para el tratamiento de la progeria

Otros síndromes similares:
Hay, sin embargo, otros síndromes progeroides que están en las familias. Como elWiedemann-Rautenstrauch y el síndrome de Werner. En el síndrome de Wiedemann-Rautenstrauch , también conocido como síndrome neonatal progeroide, el inicio del envejecimiento comienza en el útero, y los signos y síntomas son evidentes al nacer. El síndrome de Werner comienza en la adolescencia o en la edad adulta. Estos síndromes hereditarios progeroides también causan un rápido envejecimiento y la vida es más corta.



Páginas de donde se ha extraído la información: http://es.wikipedia.org/wiki/Progeria

Página de donde se ha extraído la fotografía: http://es.globedia.com/medicamento-cancer-muestra-mejoria-progeria

domingo, 5 de enero de 2014

BLEFARITIS

Es una inflamación del borde del parpado, localizada específicamente en los folículos de las pestañas y en las glándulas que se localizan entre ellos. generalmente se asocia a una proliferación excesiva de las bacterias que normalmente están el la piel.
Ocurre porque las glándulas del borde del parpado se obstruyen, y la grasa que normalmente drenan queda estancada haciendo que se cree un ambiente optimo para la proliferación de bacterias, que liberan toxinas que irritan la superficie ocular.


¿Cómo se manifiesta?

La severidad de la blefaritis varia mucho de una persona a otra. En casos muy leves puede incluso pasar desapercibida, generando en otros solo una discreta molestia irritativa intermitente del ojo. En casos mas serios puede incluso afectar la visión.
Algunos síntomas que se pueden asociar a una blefaritis son:
  • Inflamación, picor y enrojecimiento del borde del parpado
  • Presencia de caspa o costras en el borde del parpado
  • Lagrimeo
  • Sensación de cuerpo extraño




Causas en bebés y niños


La blefaritis usualmente es causada por dermatitis seborreica o por una infección bacteriana y, algunas veces, es una combinación de ambas. Las alergias y la infestación de piojos en las pestañas también pueden causarla, aunque estas causas son menos comunes.
Esta afección se caracteriza por un exceso en la producción de aceite de las glándulas cerca del párpado, lo cual crea un buen ambiente para la proliferación excesiva de bacterias que normalmente están presentes en la piel. Los párpados lucen rojos e irritados, con escamas que cuelgan de la base de las pestañas.
La blefaritis puede estar conectada con orzuelos y chalazión repetitivos. Los factores de riesgo son la dermatitis seborreica de la cara o del cuero cabelludo, la rosácea, los piojos y las alergias.


Tratamiento en bebés y niños

Por la mañana y por la noche, humedezca un trozo de algodón en una solución hecha con agua hervida y tibia, y media cucharadita de sal. Luego, limpie cada ojo (cerrado) desde la parte interior hacia al exterior. Repita la operación siempre cambiando el algodón.  En caso de una infección, el médico recetará un colirio o una pomada antiinflamatoria.



Dejamos esta página web en la que se habla de los últimos descubrimientos acerca de las bacterias que provoca la blefaritis:


Fuentes de información:



Página web de la imagen:

sábado, 4 de enero de 2014


HÁBITOS SALUDABLES PARA NIÑOS/AS

Los hábitos son esas acciones que, a base de repetirlas, se convierten en nuestra forma de hacer las cosas. Establecer rutinas saludables en la infancia es una inversión en salud para toda la vida.
 Hay que establecer una serie de medidas para que los niños aprendan desde pequeños a llevar una vida sana. No hay que esperar a que nuestro hijo tenga problemas de salud o sobrepeso para establecer unos buenos hábitos de vida. La prevención es, sin duda, la mejor apuesta de futuro.

Una alimentación variada y equilibrada

Una alimentación variada garantiza que el niño obtenga los nutrientes que necesita. Por eso, aunque él tiene sus platos favoritos, es importante animarle (sin obligarle) a probar cosas nuevas. El gusto de los pequeños es cambiante y poco a poco aceptarán la verdura o el pescado que al principio no querían ni ver.
El equilibrio se refleja en la proporción diaria de hidratos de carbono, proteínas y grasas. La alimentación de hoy día tiende a desequilibrarse: o tomamos mucha proteína o nos pasamos con los hidratos de carbono. La pirámide alimentaria ofrece unas cantidades y proporciones adecuadas. Hemos de tener en cuenta, las siguientes pautas:
  • Más fruta y verdura. Consumir cinco raciones diarias de fruta y verdura.
  • Menos proteínas. Reducir el consumo de carne a dos o tres veces por semana y tomar pescado en la misma proporción. Basta con comer cualquiera de estos una vez al día. Pero si tomamos de uno, no conviene hacerlo del otro.
  • Más cereales. Deben consumirlos diariamente en forma de arroz, pasta o pan.
  • Menos comida rápida. Limitar al máximo la comida rápida y la bollería industrial (contienen mucha grasa y calorías).
  • También es importante hacer un buen desayuno para asegurarnos de que nuestro organismo obtiene los hidratos de carbono que necesita por la mañana.

Buenos hábitos alimenticios

  • Establecer horarios fijos para cada comida. Hay que acostumbrar al cuerpo a unos horarios y limitar el picoteo entre horas.
  • Planear las comidas con antelación. Así suelen ser más equilibradas y completas. Podemos establecer un momento de la semana en el que diseñar el menú, y otro para comprar lo que necesitamos.
  • Compartir al menos una comida familiar. Es una oportunidad de convertirnos en un modelo de hábitos para nuestro hijo.
  • Disfrutar de la cena todos juntos. En el caso de que haya faltado fruta, verdura o proteínas en la comida, todavía estamos a tiempo de compensar estas carencias.
  • Hacer las comidas más originales y apetecibles. La monotonía en la mesa produce insatisfacción e induce al picoteo.















Beber agua

El 70% de nuestro cuerpo es agua, imprescindible para eliminar toxinas e hidratar todos los órganos. Apostar por el agua como bebida familiar es una opción de salud. Los zumos de frutas naturales son una buena alternativa, pero no conviene abusar de ellos, ya que contienen demasiados azúcares. Podemos ofrecérselos a los niños rebajados con un poco con agua.

 Buenas costumbres en el comer

Es la garantía de que toma lo que necesita y aprende a comer guiado por el hambre y no porque "toca" o por ansiedad. Para favorecer la conexión con sus sensaciones corporales, es importante:
  • No obligarle a terminar el plato. Si dice que está lleno, hay que respetarlo. Si no, puede que le siente mal la comida.
  • Ofrecerle un espacio tranquilo en el que comer le permite entrar en contacto con la sensación de saciedad. Una vez que ésta se produce en el estómago, tarda unos 20 minutos en llegar al cerebro. Por eso no es bueno que le instemos a comer muy deprisa, ya que, inconscientemente, le estaremos invitando a consumir más de lo que realmente necesita. Las comidas deben tener un ritmo pausado, pero no ser eternas.


















CELIAQUÍA


Hoy os vamos a hablar de la celiaquía que es una enfermedad autoinmune caracterizada por una inflamación crónica del yeyuno (intestino delgado), causada por la exposición a la gliadina o gluten, que se encuentra en el trigo, la cebada, el centeno y posiblemente la avena.

Se desconoce la causa exacta de la celiaquía: El revestimiento de los intestinos contiene áreas llamadas vellosidades que ayudan a absorber los nutrientes; cuando los celíacos consumen alimentos que contienen gluten, su sistema inmunitario reacciona causando daño a estas vellosidades.

Se puede desarrollar en cualquier momento de la vida (desde la lactancia hasta la adultez avanzada).

Los síntomas principales son:

Dolor abdominal, distensión, gases o indigestión.
Estreñimiento.
Disminución del apetito.
Diarrea (constante o intermitente).                                    
Intolerancia a la lactosa (generalmente desaparece con tratamiento).
Náuseas y vómitos.
Heces flotantes, con sangre, fétidas o "grasosas“.
Pérdida de peso inexplicable .
Propensión a la formación de hematomas<br />Depresión o ansiedad.
Fatiga.
Retraso en el crecimiento de los niños.
Pérdida del cabello.
Picazón en la piel (dermatitis herpetiforme)
Ausencia de períodos menstruales.
Úlceras bucales.
Calambres musculares y dolor articular.
Sangrado nasal.
Convulsiones.
Hormigueo en manos o pies.
Corta estatura sin explicación.
Defectos en el esmalte dental y cambio en el color de los dientes.
Comportamiente irritable.





¿Cómo se diagnostica?

Los exámenes de sangre pueden detectar algunos anticuerpos especiales. Si son positivos, se realiza una endoscopia de vías digestivas altas para obtener una muestra de tejido (biopsia) del duodeno (intestino delgado) que puede mostrar un aplanamiento de las vellosidades en las partes del intestino que están por debajo del duodeno.
Disponibilidad de pruebas genéticas de la sangre para determinar quién puede estar en riesgo de padecerla.

Actitud y comportamiento ante la enfermedad

La detección de esta enfermedad implica un cambio importante en los hábitos alimentarios de quiénes la padecen así como de quienes les rodean: es importante concienciarse de la importancia de seguir el tratamiento,  informándose de los alimentos que contienen y no gluten, poniéndose en contacto con asociaciones de celíacos que proporcionarán anualmente un librito con  las actualizaciones de los productos aptos y no aptos para celíacos.

Dieta para celíacos, alimentos permitidos y prohibidos

Alimentos que contienen gluten (prohibidos)
  • Pan y harinas de trigo, cebada, centeno y avena.
  • Bollos, galletas, bizcochos, magdalenas, pastelería en general.
  • Pastas italianas (macarrones, tallarines, pizza...).
  • Pastas de sopa.
  • Sémola de trigo.
  • Productos manufacturados en cuya composición se incluya cualquiera de las harinas citadas y, en general, cualquier tipo de comida, preparado o manufacturado, si el fabricante o comerciante no especifica que “no contiene gluten”.
  • Leches malteadas y alimentos malteados.
  • Chocolate (excepto si existe declaración expresa del comerciante).
  • Bebidas o infusiones preparadas con cereales: malta, cerveza, agua de cebada...


Alimentos que no contienen gluten (permitidos siempre)
  • Leche y derivados lácteos (queso, mantequilla, requesón, nata...).
  • Carne, pescado y mariscos frescos.
  • Huevos.
  • Frutas.
  • Verduras, hortalizas y legumbres.
  • Soja.
  • Arroz, maíz y tapioca (harina y almidón).
  • Azúcar.
  • Miel.
  • Aceite.
  • Margarina.
  • Sal, pimienta, vinagre.
  • Levaduras sin gluten.
  • Colorantes.
  • Café y té natural (no instantáneos).
  • Manzanilla.
  • Poleo.
  • Yerbaluisa, también conocida como Hierba Luisa o cedrón.
  • Bebidas carbónicas (con gas).
Todos estos alimentos se pueden tomar en su estado natural, pero no en conserva; además, con ellos se pueden emplear para cocinar, preparar salsas y hacer combinaciones entre sí.  
Celiaquía en España

La enfermedad celíaca afecta a una de cada 100 personas en España, pero se calcula que el 90% de ellas está sin diagnosticar, según afirmó ayer la Dra. María Luisa Arroba, dela Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPAP).

La falta de diagnóstico puede explicarse porque es una enfermedad que “en algunos casos puede aparecer de manera asintomática, además de que se puede desarrollar a cualquier edad”, explicó esta especialista.

Por ello, señaló que el pediatra y el médico de familia deben “permanecer alerta ante enfermedades asociadas y signos clínicos, especialmente digestivos”. El médico debe estar atento si el niño “tiene antecedentes familiares, gana peso de forma insuficiente, tiene diarrea prolongada o heces pastosas habitualmente, sufre un retraso en el crecimiento o distensión abdominal”.

La Dra. Arroba recordó que la biopsia intestinal y el estudio genético determinarán si el paciente es celíaco, por ello subrayó que, ante la sospecha de que el niño presente la enfermedad, los padres “no deben iniciar una dieta sin gluten para no alterar los resultados de la biopsia”.

En este sentido, afirmó que el diagnóstico precoz es esencial, ya que el tratamiento es “la dieta sin gluten de por vida, por lo que cuanto antes empiece, antes se acostumbrará a ella”.





Fuente de información:


http://www.webconsultas.com/categoria/salud-al-dia/celiaquia (En esta página podrán encontrar mucha información y respuestas sobre esta enfermedad útil para padres y madres.)

Página web de la imagen: