jueves, 12 de diciembre de 2013

La anorexia infantil


La anorexia es un trastorno de la alimentación que se caracteriza porque el niño, aunque tenga apetito, se niega a comer. Los niños y niñas con anorexia tienen inapetencia, sin una razón aparente.
Existen determinados signos y síntomas que hacen sospechar que una persona puede estar padeciendo anorexia nerviosa, no obstante, el diagnóstico, tratamiento y seguimiento siempre deben ser realizados por un profesional sanitario especialista. Estos signos son:
  • Pérdida excesiva de peso en un corto espacio de tiempo.
  • Sentimiento constante de obesidad no fundado y deseo férreo de seguir adelgazando, con control activo (mirarse repetidamente al espejo, pesarse varias veces al día, contar las calorías…).
  • Retraso del crecimiento y desarrollo (en niños y adolescentes).
  • Alteraciones de la menstruación o ausencia de esta.
  • Realización de ejercicio físico constante y excesivo.
  • Empleo de ropa holgada, principalmente pantalones.
  • Evitar comidas en compañía.
  • Huir de la mesa después de comer.
  • Disimular la comida para no ingerirla (partir en trozos pequeños y esparcirla por el plato, tirarla al suelo, esconderla…).
  • Aislamiento progresivo y pérdida de vínculos sociales.
  • Alteraciones anímicas con tendencia a la depresión y la ansiedad.
  • Obsesión por el contenido calórico de todo lo que se consume, tomando solo alimentos bajos en calorías.
  • Empleo no controlado de diuréticos y laxantes.
  • Baja autoestima. 
El tratamiento posible para la anorexia son: reeducación de los hábitos alimentarios del niño. Y en los demás casos, consulta a un médico especialista. Los Trastornos de la Conducta Alimentaria de grado clínico o cerca de convertirse en comportamientos extremos requieren ser atendidos por un agrupo do profesionalos preferiblemente con experiencia. 
El tratamiento más duradero y efectivo para los Trastornos de la Conducta Alimentaria es alguna forma de psicoterapia con atención médica maneto nutricional.
Idealmente este tratamiento debe ser individualizado y variar de acuerdo a la severidad del desorden y de los problemas particulares, necesidades y capacidades del paciente y su familia.

El tratamiento típico se basa en el paciente pero también incluyen terapias individuales, de grupo y de familia. Medicamentos psiquiátricos, grupos de apoyo, o terapias informativas sobre nutrición son tratamientos adjuntos que pueden ser beneficiosos para algunos pacientes.

La hospitalización se recomienda cuando el Trastorno de la Conducta Alimentaria ha causado problemas físicos que pueden poner en peligro la vida de la persona o cuando Trastorno de la Conducta Alimentaria está asociado con severas disfunciones psicológicas o de la conducta.
En algunos casos el tratamiento puede convertirse en una larga y costosa batalla. A veces, a pesar de los mejores esfuerzos, el tratamiento podría resultar no exitoso.

En estos casos los individuos se mantienen crónicamente sintomáticos o aún más trágico la muerte puede ocurrir como resultado del daño físico o psicológico. Por esta razón el mejor tratamiento implica la prevención de estas complicaciones.

Para prevenir  la Anorexia hay que desalentar la idea errónea de que una dieta en particular o llegar a tener un peso y talla particular lleva automaticamente a la felicidad y a la plenitud.

Si crees que su hijo o hija padece de Trastorno de la Conducta Alimentaria expresa tu preocupación de una manera franca y cuidadosa. Sutilmente pero con firmeza busque ayuda profesional. 

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