TOS FERINA
Hoy vamos a hablar de una enfermedad muy peligrosa como es la tos ferina, también conocida por coqueluche. Ésta es una enfermedad respiratoria infecciosa de las vías aéreas, de alta contagiosidad, que evoluciona entre 4 a 6 semanas y que tiene mayor incidencia en los meses invernales.
El período de incubación es de 8 a 14 días y puede atacar al niño desde las primeras semanas de vida. El contagio es por contacto directo, a través de la saliva, la tos o estornudo, y tiene una duración de 6 a 8 semanas aproximadamente.
Causas de la tos ferina en niños
Es una enfermedad producida por un germen. Una vez de padecerla deja inmunidad por mucho tiempo pero no de por vida. La duración de todo el cuadro de la enfermedad es prolongado. Aproximadamente 45 días.
Tratamiento de la tos ferina infantil
Es ambulatorio sobre todo se la padecen los niños mas grandecitos. En algunos casos pueden requerir hospitalización para administrar oxígeno y alimentación por sonda con aporte de líquidos con suero endovenoso.
El uso de medicación broncodilatadora será inevitable. No son útiles los antitusígenos. Se indicarán antibióticos en casos mas complicados de neumonías y otros problemas pulmonares. La prevención de la tos ferina se realiza por medio de vacunación.
Diagnóstico de la tos ferina
Ante un paciente con los síntomas iniciales, el médico tomará una muestra del exudado de la nariz y de la garganta.
El 90% de las muestras tomadas de pacientes con tos ferina, dará positiva para la bacteria. Pero, debido a las características especiales de la Bordetella pertussis (entre ellas, su dificultad para ser aislada en medios de cultivo y lo prolongado que resulta el periodo de incubación), es necesario avisar al laboratorio responsable del diagnóstico de la sospecha de tos ferina.
Debido a la dificultad que supone el cultivo de la bacteria, se pueden utilizar técnicas especiales, como el uso de anticuerpos que detecten varias estructuras de la bacteria, revelando así su presencia.
Deben sospecharse (y descartarse) otras muchas patologías respiratorias, ya que los síntomas de tos ferina, en especial en el estadio catarral, son muy inespecíficos.
La mejor vía de prevención para la infección por Pertussises la vacunación. Hoy en día, en el calendario de vacunación infantil oficial, se incluye una vacuna triple bacteriana conocida como DTP (de las siglas Difteria, Tétanos y Pertussis).
Esta vacuna, que se administra en cinco dosis, se puede y se debe administrar a los bebés.
El calendario oficial marca como edades de vacunación para Pertussis los dos, cuatro y seis meses de edad; los 18 meses; y los cuatro años.
Aunque estamos hablando de una infección grave, la gran mayoría de los pacientes con tos ferina se recuperan, aunque lentamente. Como hemos comentado, el tratamiento antibiótico y las medidas de soporte son fundamentales.
No obstante, cuando los pacientes son niños menores de un año, el riesgo es mayor, estimándose entre un 1–2% el número de pacientes en este rango de edad que fallecen por las complicaciones derivadas de la infección.
En adultos y en niños mayores de dos años la enfermedad es bastante molesta, pero raramente es grave; y casi nunca mortal. No obstante, es destacable el hecho de que, habitualmente, los adultos o jóvenes son los que contagian a los pacientes más pequeños.
Posibles complicaciones asociadas a la infección por tos ferina son:
- Bronconeumonía.
- Otitis media (infección del oído medio).
- Hemorragias cerebrales (por el esfuerzo continuo de la tos, que aumenta la presión dentro del cerebro). Pueden desembocar en retraso mental si el daño es severo, parálisis y otras neuropatías.
- Hemorragias nasales, por la misma causa.
- Hernia inguinal (debida al esfuerzo).
- Prolapso rectal (salida de una parte de la mucosa rectal al exterior).
- Apnea (detención en la respiración).
- Convulsiones (principalmente en bebés).
- Daño cerebral por hipoxia (disminución del aporte de oxígeno al cerebro).
- Muerte.
Fuentes de la información:
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